Conocimos la Escuela Matilla de Nueva Extremadura, vinimos en la mañana. Nos recibió Rubén Aranda (Encargado de Convivencia Escolar), nos presentamos y le contamos de qué se trataba nuestro proyecto y le interesó mucho, pero nos dijo que primero debíamos hablar con el DAEM (Dirección Académica de Escuelas Municipales) y luego con el director. Nos presentamos con Ana María González, una de las profesoras encargadas de lenguaje y artes en la escuela y se mostró muy entusiasmada con el proyecto. Conversamos sobre arte, educación y la importancia de estas áreas para el desarrollo personal de los estudiantes. Nos contó sobre otros proyectos similares en Matilla, una artista, una bailarina y una chica de Inglaterra (Miss Becah) que estaba apoyando con actividades artísticas y de inglés en la escuela.
Después fuimos al jardín infantil/sala cuna y conocimos a Irene Arce (directora). Con mucho entusiasmo nos mostró el jardín, nos presentó a las tías y a los niños, se interesó bastante en lo que le contamos y nos abrió las puertas para colaborar con nosotros. Irene nos preguntó si ya conocíamos a Jiwasa Oraje (Nuestra Tierra), la Ecozona de Matilla, oficina de desarrollo social/indígena que agrupa a cuatro organizaciones de la zona: Perla del desierto, Sillajuay, Sumayapu, Yatiñ Uta, quienes también se mostraron muy receptivos con el proyecto, pero teníamos que esperar a Catalina Cortés que es la representante territorial.
Estamos súper entusiasmados, tenemos toda la fe del mundo! este día ha sido demasiado positivo, a cada lugar que vamos se interesan y nos dan apoyo. Pensamos que había menos circulación de gente en Matilla, pero nos equivocamos. Vinimos a Pica a hablar con el DAEM (Sr. Ismael López) y nos dio el visto bueno para trabajar en la escuela junto a los profes y estudiantes.
Volvimos a Matilla y nos juntamos con Catalina, hablamos sobre sus principales objetivos y dinámicas de las organizaciones. Les interesó mucho nuestro proyecto, pero nuevamente nos advirtieron lo difícil que será trabajar entre los diferentes grupos que conforman Matilla, ya que sus intereses, identidades y visiones son muy diferentes. La comunidad Aymara en Matilla no se siente reconocida o aceptada. Hay varias ideas que surgieron en esta reunión, nos entregaron una publicación/boletín que realizaron y les comentamos nuestro interés de hacer un fanzine.
En la plaza nos encontramos con Juan Soliz y Leonardo Soliz, a Juan lo conocimos hoy y también se mostró muy entusiasmado con el proyecto. Nos invitó a conocer su taller (Juan también es artista autodidacta) y quedamos de juntarnos el sábado. Después de dibujar, caminar y hablar con Leonardo, nos fuimos al club de Cachimbo, bailamos Cachimbo, cueca nortina y centrina. Después del baile pasamos a la reunión, donde hablamos mucho rato. Allí volvimos a percibir la fragmentación de Matilla, se viene un trabajo difícil. Cada grupo tiene su historia que la mayoría de las veces no entra en diálogo con las historias de los otros grupos.
Simón Catalán