BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Cordones performaticos, memoria viva de los cuerpxs Tomé, Biobío - 2019 Residente: Bárbara Gajardo González
Publicado: 7 de enero de 2020
Paulina de Villa Esperanza

La conversación/ entrevista con La Marea ha sido clave para conocer una búsqueda de la colectiva por relevar a las mujeres de Tomé que entre el machismo propio de la sociedad  y la consecuente invisibilización de su rol en la industrialización de este territorio las ha dejado fuera de la historia oficial.  Nosotres, como equipo, nos habíamos cuestionado desde nuestra llegada cómo cuentan las mujeres su participación en la industrialización, sobre todo en la fábrica textil y en la pesca, época en que socialmente las mujeres estábamos subordinadas al trabajo doméstico y donde ellas, ya hace años ejercían doble o triple trabajo: doméstico y hasta doble turno en las fábricas.

Esta conversación define la línea que seguiremos tomando en la residencia, convenciéndonos que es con mujeres con quienes queremos enfocar el proyecto de arte colaborativo. ¡Encontramos lo común!.

 

Hemos mejorado el dispositivo y la metodología que estamos ocupando para conocer la vida de las personas de Tomé (que ahora está enfocada en mujeres),  entrevistas sensibles que son un  espacio de escucha y conversación que se entremezclan con ejercicios corporales y de creación visual. Continuamos la semana haciendo contacto con mujeres que hemos conocido durante la residencia, Paulina es una de ellas. La conocimos cuando estuvimos en Villa Esperanza de Rafael por medio del Presidente de la J.J.V.V.

Realizamos la  entrevista sensible a Paulina. Ella lleva en su cuerpo la tradición de hacer tortillas de rescoldo, la vida de campo en el fundo, la violencia intrafamiliar, el esfuerzo y perseverancia por salir adelante con sus hijos y la dirigencia de la toma de terreno de la Villa Esperanza que lleva ese nombre porque tuvieron la esperanza de vivir dignamente y ser dueños del terreno que ocuparon para levantar sus casas, que  luego de más de 40 años hoy son propietarios.

Fue una entrevista sensible que nos llevó por distintas épocas, emociones, recuerdos dolorosos y felices de su vida que afectuosa y abiertamente nos compartió. ¡Cuánto necesitamos lxs humanxs ser escuchados!, ¡Cuánta memoria contiene el cuerpo, la cuerpa!. Paulina actualmente sigue la tradición de la tortilla de rescoldo que intuitivamente aprendió a hacer a los 7 años. El cuerpo, sus manos y las tortillas de rescoldo son su memoria viva.

Sentimos mucha admiración por la gran mujer que hemos conocido.

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