Con Simón entrenamos temprano, un poco más tarde Pilar y Sebastián tomaron desayuno viendo el matinal del Mega. Todos comenzamos a trabajar en nuestro fanzine escuchando de fondo los chistes de Lucho Jara. Almorzamos rápido para ir hacer la actividad en la Escuela. Nos dividimos en 2 grupos. Sebastián y Simón trabajaron en le biblioteca con primero y séptimo básico; Pilar y yo trabajamos con segundo y octavo en una de las salas del segundo piso. Estaba un poco nervioso, era nuestra primera actividad con los alumnos. Ordenamos la sala, enfrentamos las mesas en el centro en 2 filas. Partí dando las instrucciones: primero dividir la hoja con tres líneas, luego colorear las partes y sectores con los 3 colores que representaran a Mantilla, luego hacer franjas y, en el último espacio, dibujar un elemento u objeto pequeño que identificara a Mantilla varias veces, frutas, animales… etc.. La segunda etapa consistió en pensar en un objeto y dibujarlo en una hoja más pequeña. Les preguntamos: ¿Qué objeto les gustaría encontrar si escarbáramos en la plaza de Matilla? Eso tuvieron que colorearlo y luego rodearlo con una figura, después cortar dicha figura que se rodeo y pegarla en un lugar dentro de la hoja.
Me sorprendió mucho el cuidado y la dedicación de los niños de segundo, trabajaron muy bien. Los adolescentes de octavo no tanto, algunos desganados, otros muy desordenados. Pero dentro de los desordenados aparecieron cosas sorprendentes. Combinaciones de colores y formas muy jugadas, diagonales bruscas y objetos como una casa mágica, o un árbol de bolas Pokemon.
Al terminar el primer ejercicio, les preguntamos qué era lo que habían hecho; qué parecía, si podría parecerse a algo de su vida cotidiana. Nadie dijo bandera, nadie estuvo ni siquiera cerca… le dijimos que era la bandera de Matilla, su versión personal, su bandera personal. Se rieron y se sorprendieron, a los mayores no les gustó mucho la idea.
El segundo ejercicio consistió en redibujar y pintar la bandera en una hoja más chica, más simple. Luego tomar las tijeras y hacer cortes para poder parar la hoja de papel con algunos pliegues, después pensar con su compañero como unir estas partes y hacer un objeto más grande y con más volúmenes. Los más chicos no entendían mucho las instrucciones y tuve que dar algunos ejemplos; tomar el pegamento y unir los papeles para hacer este volumen grupal. Ya estaban cansados, eran casi las 5 de la tarde.
Después de la actividad nos esperaba el profesor Javier de Matemáticas para jugar un partido con los niños. Sebastián, Simón y yo jugamos, Pilar se fue a trabajar con Magda de Barro Mágico. No jugamos muy bien, Sebastián pegaba pelotazos y yo no daba buenos pases, me lesioné; Simón dio la cara por los tíos artistas, no fuimos los mejores pero lo pasamos muy bien.
Héctor Vergara