Como ya pudimos visualizar nuestro trabajo y con ello criticar, retroceder y avanzar… ahora nos toca proyectarnos. Entonces las preguntas abundan, y las ideas también!
Por lo pronto, nosotrxs como Caput presentamos algunas imágenes y pensamientos en relación a la producción final de la residencia. Específicamente imaginarios representativos de lo que podría ser un espacio de contención, o tal vez un lugar que entre todxs pudiésemos construir, como si fuera un área protegida por todxs y para todxs. Ese territorio donde todxs quisieran ir y admirar desde ahí lo bello de su paisaje.
En fin, un lugar de acogida. Como si fuese un refugio, un hogar.
Nosotrxs, teníamos la idea de una casa. Una casa que pudiera albergar un hogar diseñado por todxs, y que fuese llenado y decorado con los objetos creados hasta ahora. Esto podría dar cuenta a quien viniesen hasta acá, de un sitio de memoria. Pero también de un sitio desde donde se pudiesen observar los alrededores y todo lo que el medio ambiente ofrece. Una especie de mirador-refugio. Una casa con puertas y ventanas abiertas.
Pero. Ahí estaba el gran “pero”. El que obviamente esperábamos y el que finalmente llegó.
“No puede quedar abierto, se van a robar las cosas”. Esa era la gran frase que esperábamos, sabíamos que eso sucedería. Y en esa parada, también teníamos respuesta, pero una respuesta que sólo nos hacía sentido a nosotrxs. Pues en algún momento también pensábamos que como todo vestigio, ruina o sitio de memoria, iba a ser saqueado algún día. Pues entendemos que todx ser humanx tiene el afán por llevarse algo de los lugares que visita, como recuerdo o como un tesoro.
Y bien sabemos que los arqueólogxs nos dicen que no es correcto. Que todo objeto de un lugar le pertenece al sitio, a la historia y a la memoria de aquel lugar. Que puede servir como una huella para comprender tantas cosas de las civilizaciones y demases. Pero al mismo tiempo, también sabemos que es inevitable para el humanx, saquear. Así que casi proponíamos esta “casa” como un posible lugar de saqueo en el futuro. Un tesoro a robar, a intervenir.
Pero explicarle esto a la comunidad no era muy coherente. Más bien era una aberración!!!
Para ellxs la seguridad de sus tesoros era lo fundamental, sino para qué?!
Sin embargo, antes de proponer todo, Catalina, una artista visual de El Llano, nos comenta la idea de que esta exposición de trabajos viaje. Pueda trasladarse por otros lados y ejercer el efecto del Rebalse a través de una caja-cofre que contenga los tesoros del pueblo.
Cuando Cata propuso esta idea, al menos yo (Loreto) me olvidé de la casa. La caja tenía mil veces más sentido con el proyecto. Tenía sentido con el arte correo que tanto busco y tenía sentido por su acción simbólica. Era una idea redonda!
Pues bien, nos dispusimos a mostrar las imágenes de las ideas que teníamos y comentamos la de Catalina. Las voces se comenzaron a levantar y hubo una revuelta de fantasías hermosas. Ante tanta reacción, quedamos en que el martes 12 decidiríamos la proyección de nuestros tesoros, mientras tanto todas nos dedicaríamos a repensar e imaginar lo imposible.