BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Museo vivo y Galerías imaginarias. Cerrillos - Centro Cultural Tio Lalo Parra , Región Metropolitana - 2019 Residente: Paula López Droguett
Publicado: 25 de enero de 2020
Al ritmo del corazón

Cae la noche del viernes y nos dirigimos a Maipú, donde según nos han dicho varixs cuequerxs cada jueves se realiza una rueda, queremos aprender lo máximo posible para la creación de la rueda cerrillana y conocer a más cuequerxs que quieran realizarla con nosotrxs, la rueda de Maipú fue iniciada por Churrasco a quien conocimos en nuestras primeras semanas y otros jóvenes entre ellos Jóse Luis al que conocemos hoy.

Al llegar vemos a tres cuequerxs que nos cuentan entre talla y talla que fuimos a la unica rueda del año donde no llego nadie, lo que parecía mala suerte en un principio, fue el lugar perfecto para poder conversar a fondo sobre la rueda y conocerlxs mas, nos quedamos y compartimos unas cuecas. Jóse Luis, el presidente de la personalidad jurídica de la Rueda de Maipú nos habla sobre el ritmo de la cueca brava -Se taña al compás del corazón- nos dice – así se toca, así se vive, así se baila- mientras toca el cajón para Richi (alumno del heredero de Marabolí, Luis Castro) que comienza a cantar una bella cueca que escribió hace poco, como tarea para su maestro. Nos hablan de la Ruta Cuequera, gestionada por Diego Valenzuela y que comenzará este sábado 25 en el bar Las Tejas, dicen que si o si debemos asistir para entender la rueda y vivir la cueca, nos despedimos con este compromiso.

 

Es sábado 25 y obedientemente arribamos en Las Tejas en medio del penetrante calor de fines de enero, al entrar sentimos el canto, su fuerza, las palmas, zapatazos, cajones y panderos que se tañan como bien dijo Jóse Luis al compás del corazón, es increíble la fuerza que emana este lugar. La orgánica de la cueca nos envuelve.

 

La sensualidad lidera el baile, el pañuelo largo se antepone a cada movimiento mientras se siguen y coquetean con la mirada. Las vestimentas acompañan la belleza y picardia a todo momento, todxs bien vestidxs con coloridas camisas y vestidos, adornos y pañuelos que están lejos de la imagen del blanco inmaculado que nos enseñaron.

 

En el otro lado de la pista de baile 14 personas haciendo cueca, las voces son fuertes para sobreponerse a los instrumentos y el ruido, lxs musicxs no paran, las voces alcanzan a descansar entre cueca y cueca, llaman nuestra atención dos mujeres que cantan sobre la muerte, dos guitarras y dos cajones al unisono.

 

Conocemos a  Diego Valenzuela, quedamos en reunirnos la semana que viene, para crear la rueda cerrillana. Nos despedimos siempre agradecidxs de lxs diosxs de la cueca.

 

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