BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Museo vivo y Galerías imaginarias. Cerrillos - Centro Cultural Tio Lalo Parra , Región Metropolitana - 2019 Residente: Paula López Droguett
Publicado: 31 de diciembre de 2019
El grandioso Caballo de palo

Decidimos iniciar nuestro recorrido en Cerrillos por el barrio Buzeta, es aquí donde nos hablaron que podríamos encontrar la picada “El grandioso Caballo de palo”, un restorant de mas de 105 años, muchos mas de los que posee la comuna, un lugar donde el folclore y la comida tienen un importante rol.

 

En nuestra primera visita hablamos con Gladys y Juan Gonzalez dueños del restorant, Juan nos cuenta que lo inició su abuela materna llegando del norte escapando a la caída de las salitreras, fueron los primeros habitantes de la zona donde solo habían vertientes, potreros, siembras y mataderos, donde todo era campo y se vivía en una pobreza extrema.

 

En un principio el lugar se hizo conocido por la venta de chicha, se ubica en la calle Cartagena que según nos dicen era camino obligado en ese entonces, por ahí pasaban los trabajadores a la curtiembre y el matadero.

 

Es en estos inicios que la familia comenzó a compartir música, tocando entre ellxs durante la hora de colación, y así se fueron sumando personas afines que compartían el gusto por la música y el buen comer. Nos cuentan que Giolito (Giolito y su combo) era vecino y todos los días tomaba desayuno en el lugar. Así también nos hablan de Margot Loyola que iba a comer al lugar 2 veces al mes. Los primeros cuequeros en llegar fueron los chileneros y desde ese momento comenzaron a llegar mas como los chinganeros, 3×7 veintiuna y otras agrupaciones y musicxs independientes.

 

Todos los ingredientes de sus comidas los compran en Lo Valledor, tienen 12 platos diferentes para elegir, la tradición de la cocina la heredaron Juan y su hermano y hoy en día la llevan él y su hijo, de la misma manera que le enseñara su abuela.

Nos quedamos hasta tarde con ellxs y desgranaron los porotos para el día siguiente, Aurora su perrita,  nos cuentan siempre a tenido la costumbre de sentarse en la caja donde botan las vainas de porotos para mantenerse fresca. Gladys nos invita a dar una vuelta por el patio del restorant que a su vez es la casa familiar, nos sentimos honradxs y maravilladxs.

 

Cuando nos despedimos, nos recomiendan ir jueves, viernes o sábado para que escuchemos música en vivo y compartamos con lxs cuequerxs que se presentan en el lugar.

 

 

 

 

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