Hasta aquí llegamos. La indicación es a salir de casa lo menos posible y suspender las actividades colaborativas con la comunidad. Posponemos las ideas de exhibición de cierre y nos planteamos cómo continuar. Decidimos quedarnos en Saavedra y trabajar la edición de las películas desde aquí durante la cuarentena. Un alto en el proyecto, manteniendo la comunicación telefónica con la comunidad de Kalfu Lemu. Acá suspendieron las clases, pero la verdad es que en el campo pareciera que las cosas como el estallido social o el corona virus son problemas de otros mundos. Todo sigue su curso normal, la gente sigue subsistiendo en base a sus propias cosechas y el intercambio a muy bajo costo. Hubo varios funerales por la zona de gente mayor que pereció por accidentes y enfermedades. Ante la contingencia, conversamos con los/as lamgen y entendemos que la cultura lafkenche mantiene su confianza por lo que dicte la naturaleza sin caer en el pánico. Eso sí, la pena que se arrastra desde hace dos siglos se mantiene. De todos modos ya empieza la temporada de lluvias y guardarse resulta natural.