De tan lindo que quedó este espacio, es que l@s niñ@s se motivan por hacer más cosas. Hoy, rescatamos una huerta totalmente seca del patio de atrás de la Sede. “Se pensó y se hizo”, dijo la Sra. Bella, la vecina minera y obrera de la construcción que vive en la esquina. Y partió a buscar unos sacos de tierra de hojas que había recogido del cerro.
Nosotr@s, rápidamente nos fuimos a un vivero que quedaba en las “Compañías bajas” para traer almácigos para la causa. Tomates, albahaca, lechugas.
Que sigan brotando los verdes en este noble jardín…!