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Residencia: Confluencias (o el lugar de un encuentro) Las Compañías - La Serena, Coquimbo - 2018 Residente: Isabella Francisca Sottolichio Cortés
Publicado: 18 de octubre de 2018
Una tarde con l@s Ecoreporter@s

Además de interactuarcon los colegios públicos del sector, el Centro de Creación que funciona en la sede de la población Isidoro Campaña, también realiza actividades con el colegio de la congregación Marista que existe muy cerca de la sede Cecrea; un colegio que las vecinas ven como un hito favorable en la historia de la población, ya que tiene una buena infraestructura y equipamiento. De esta manera, y con el afán de utilizar los materiales disponibles, las/os facilitadoras/es del Cecrea han diseñado un laboratorio de Ecoreporter@s, al que asistimos para seguir poniéndonos en sintonía con las actividades del centro y para involucrarnos en un espacio dedicado, principalmente a jóvenes.

La actividad del día será un reportaje de denuncia sobre un micro basural que se ha ido formando en un sitio abandonado, que se encuentra en la misma cuadra donde funciona el colegio, al lado de una iglesia. Se trata de una esquina de bastante tránsito de autos y micros y por donde circulan todas las personas que viven en las villas al nor-oriente del colegio, mucha gente debe transitar por ahí diariamente, teniendo que soportar el olor a descomposición por animales muertos, escombros, basuras quemadas y hasta desechos con componentes tóxicos como baterías de auto; basuras que paradójicamente conviven con muchas plantas y flores estacionales que crecen en el suelo arenoso de Las Compañías, plantas que también demuestran lo lindo que podría ser un simple terreno vacío del sector, si es que se mantuviera limpio.

Mientras la fotógrafa de nuestro equipo les daba algunos consejos para la configuración de las cámaras, los y las jóvenes reporteras nos manifestaron su interés en hacer una nota periodística con los hallazgos arqueológicos del cementerio El Olivar -en las Compañías Bajas- a lo cual comprometimos todo nuestro apoyo, asimismo se abrió la posibilidad de museografiar alguna de sus denuncias/reportajes. Por último, aprovechamos el buen animo y motivación, para experimentar un cambio de roles, proponiéndoles que se transformaran en transeúntes para que así ellos/as relataran el sentir que les provocaba dicho espacio. Los/as Ecoreporter@s dieron vuelta sus cámaras y se dirigieron e interpelaron a su comunidad, invitándolos a resolver en conjunto el problema, expresando  claramente que esa herencia no la querían para su futuro.

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