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Residencia: Confluencias (o el lugar de un encuentro) Las Compañías - La Serena, Coquimbo - 2018 Residente: Isabella Francisca Sottolichio Cortés
Publicado: 12 de diciembre de 2018
Nancy Pizarro Burgoa

Hoy la jornada parte más temprano que de costumbre. Acordamos pasar por la casa de la señora Nancy a las 8 am, para luego ir a buscar el Museíto Móvil a la Sede. La colección esta empacada por tema, y ayer en la tarde de hecho, hicimos un ensayo de montaje con la expositora para probar la mejor disposición de las piezas.

El sitio dónde nos instalaremos con el museíto esta reservado por las amigas dirigentes de la feria. Ellas también han apoyado y participado en las Confluencias, sobre todo con brotes para la Jardinera, puesto que siempre transitan mucho por la Sede, ahí llevan a cabo sus reuniones, y algunas celebraciones colectivas, y por eso es que pudimos contar con un espacio privilegiado en el corazón de la feria.

Nos instalamos entonces, y toda la logística salió bien; el toldo para el sol, las sillas, el traslado del museito (el que arrastramos a pulso, un par de cuadras, por las calles de Las Compañías), y todo el ejercicio del montaje. Antes de terminar este ejercicio museográfico, la gente se acercaba pensando que estábamos poniendo a la venta las piedras y la colección de perritos de la Sra Nancy, pero luego, al enterarse  de que trataba de una muestra temporal de objetos de memoria biográfica, les causaba extrañeza, risa y luego mucha curiosidad.

Una de las propuestas que le hicimos a la Sra.Nancy, fue la de grabar algunos relatos en formato de audio, para incluirlos en el museito como testimonio y guion de la muestra. La idea no le gustó mucho “…la tecnología nos está separando cada vez más, tenemos que volver a contarnos las cosas a la cara, hacernos preguntas, volver a juntarnos a conversar”.  De esta manera, nos dijo que prefería ser ella la voz de su colección…. Y así fue, la Sra Nancy relató y compartió las experiencias vinculadas a su acervo, con tod@s quienes se acercaron a observar.  Esto a su vez, le permitió acordarse de ciertos detalles de su historia, los que según nos confesó, los tenía olvidados y fueron apareciendo al momentos de contar y re-contar sus relatos. Fue una jornada muy intensa, y alentadora, puesto que las personas de Las Compañías, sin quisieron escucharla y conocer parte de su historia. Así mismo, logramos ir a buscar al grupo de niñ@s con l@s que estamos trabajando en la Escuela, para que pudiesen ver y conocer; habitar un espacio de Confluencia, en este museito que también ell@s están activando.

Finalmente se nos fue el día pesando sobre lo relevante que sería en Chile, la extensión de invitaciones a adult@s mayores, por parte de los museos, para colaborar activamente de algunos procesos de vinculación con el medio, o como relator@s de experiencias locales asociadas a momentos o hitos relevantes de la historia. Oír micro relatos de primera fuente,   en el museo o los territorios, sin audífonos o reproductores -y sin dejar de lado lo que nos ofrece la tecnología para conservar archivos- nos parece que sería una practica muy valiosa para la conservación de las memorias de nuestro espacio común.

 

 

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