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Residencia: Confluencias (o el lugar de un encuentro) Las Compañías - La Serena, Coquimbo - 2018 Residente: Isabella Francisca Sottolichio Cortés
Publicado: 3 de diciembre de 2018
Pequeña cartografía de memorias

Las jornadas en la escuela avanzan y el grupo disminuye un poco. Lo gratificante es que aquellos que no llegan a la sesión ( que es durante un recreo largo después de la hora de almuerzo)  si o si, aparecen por las tardes en la Sede, y ahí se quedan hasta el final del día. La mayoría de las veces llegamos con bastante anticipación, para así poder observar los movimientos de la escuela. En esos tiempos, siempre se nos acercan algun@s curiosos para preguntarnos qué estamos haciendo, y confundid@s un poco con nuestra respuesta: “estamos jugando a que hace un museo” nos responden que ell@s también quieren participar, pero ya hemos avanzado harto con el resto, construimos un circulo de confianza  para poder conversar sobre sus temas sensibles. Así que finalmente, a esos interesados, les decimos que vayan en las tarde a las Sede.

 

La jornada de hoy fue muy sencilla, y al mismo tiempo, honda y emotiva. Los materiales que ocupamos, solo fueron un par de lápices, pliegos de papel y algunas fotografías que traían los niñ@s. El objetivo, era trazar un plano del barrio; de las calles aledañas a la Sede, la Escuela, la feria etc. Y con ello, ubicar ciertos lugares de memoria emotiva,  sitios más sentidos e importantes que forman parte de sus pequeñas biografías.  Es necesario contar que llegamos a este ejercicio, luego de muchas conversaciones que hemos ido teniendo con l@s niñ@s durante las tardes, en la Sede, porque todo confluyen en ese espacio, los niñ@s de la escuela, l@s del barrio, l@s veci@s en general. Ahí brotan los momentos  de confianza y amistad, que de manera espontánea nos permiten conocer el lugar donde habitan sus tristezas…

 

El espacio de los pinceles y la paleta de colores verdes (materiales más utilizados en nuestras jornadas de tarde en la Sede) l@s relaja de manera evidente, puesto que muchas veces llegan con pena o enojad@s, pero luego de un rato, se relajan, se concentran, pintan y nos hablan. En este contexto es muy común que las conversaciones siempre  lleguen al ejercicio de recordar sucesos trágicos del barrio, y ahí es cuando aparecen las anímitas, y murales (o memoriales), hitos del barrio que conservan fragmentos de días que todos recuerdan -como si estos lugares fueran una especie  museito- que conservan la memoria de algunos personajes de la Isidoro Campaña.

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