Jueves 09 de enero de 2020
Durante la mañana hicimos trabajo de oficina en la plaza de la Iglesia. Aprovechamos de comprar frutas y verduras en una verdulería móvil que siempre anda por la zona. Después subimos a almorzar con los vecinos de la casa de al lado a la nuestra, porque de manera paralela a los espacios comunitarios creados junto a la brigada, estamos levantando relatos comunes a partir de relatos individuales, los que nos vamos encontrando entre cada conversación cotidiana. Además que, antes de artistas residentes, somos también vecinos, aunque temporales, pero vecinos al fin y al cabo, por lo que nos parece fundamental no perder ese foco humano durante nuestra permanencia en el territorio. Hablamos de historia, de incendios y de política con la señora Gloria y su esposo Arturo, dueños de casa. Conocimos el guache, instrumento que tanto esa familia como el resto de la comunidad ha usado históricamente para cazar principalmente conejos en momentos de vacas flacas. Nos parece un objeto importante y simbólico, porque está en ese limbo de la vida y la muerte. Limbo por el que transitamos a diario.
Estos relatos orales que van apareciendo poco a poco a medida que pasan los días nos van mostrando un panorama más general, y más concreto a la vez, de necesidades, problemáticas, tradiciones y espacios locales que estamos, también poco a poco, relacionando con la poesía, las artes visuales y la música, nuestros medios relacionales. Estos los estamos estructurando en torno a tres tópicos fundamentales: la vida, la muerte y el amor. Es nuestra hoja de ruta temática.
Más tarde vino a visitarnos Patricia Torres y tuvimos reunión con ella. Hablamos del trabajo realizado. Posteriormente nos reunimos en la sede de Los Álamos con parte de la brigada para que conociera a sus integrantes. Una vez terminada la reunión, terminamos la estructura de la ramada y nos fuimos a buscar ramas de álamo para comenzar a darle forma al techo.
Viernes 10 de enero de 2020
Hoy fue día de once comunitaria bajo la ramada. Comimos, tocamos guitarra y conversamos mucho con los vecinos y vecinas que llegaron. La ramadita, aunque no está lista del todo, comienza a cumplir su función convocante y reflexiva. Muchos nos preguntaban por qué no usamos pilares más bonitos o por qué no los lijamos para quitar el quemado de la corteza. Esas preguntas eran la puerta de entrada a todo el resto, a los incendios, a la memoria, al agua, a la vida, a la muerte, a la búsqueda de soluciones colectivas, etc.
Sábado 11 de enero de 2020
Desde temprano fuimos a la trilla de la señora Mello, hermana de la señora Luzmila Araya, de don Arturo, nuestro vecino de al lado. Fuimos con nuestros amigos de visita, el vecino Fabián Pastor y los hijos de Paulina Sánchez, Vicente y Joaquín.
Cuando llegamos nos encontramos con la imagen de yeguas corriendo en círculo sobre el trigo al ritmo de jinetes que montados sobre otros caballos vociferaban frases y onomatopeyas propias de la zona, haciendo que todo el engranaje se mantuviera en marcha. De fondo, un grupo de cantores y cantoras animaban la imagen con cuecas y tonadas. El sudor, como vertiente cristalina, descendía de los lomos de los caballos por debajo de sus monturas, al igual que lo hacia de los rostros de los jinetes como muestra explícita del despliegue de energía.
Poco a poco entramos en el rito, conversando y bebiendo el ponche que circulada de un lado para otro. Así, como en un cambio de escena abrupto, pasamos de espectadores a integrar de manera activa el rito. Con Fabián Pastor comenzamos a cantar cuecas junto con la banda, mientras que Eliana animaba el baile. Nuestros amigos, Juan y Yuri, conversaban e interactuaban animadamente con las personas. Vicente, su hermano Joaquín, Monserrat, nuestra vecina de nueve años, que también estaba en la trilla, más Simón, niño que ha venido participando de las acciones que hemos realizado días anteriores, comenzaron a hacer registro de lo que pasaba. Tomaron nuestra cámara y la hicieron suya. Los motivamos a seguir haciendo registro durante el verano y así conformar de manera oficial la brigada infantil juvenil.
Luego de terminada la trilla vino el almuerzo, más cuecas, más baile. Antes que bajara el sol y llegara la oscuridad de la noche a la festividad volvimos a casa.
Domingo 12 de enero de 2020
Hoy se fueron nuestros amigos Juan y Yuri. Hoy también se cortó el agua potable. Con ello llegaron ideas para llevar a cabo acciones más decididas sobre el tema, por tanto. Hoy también hubo reunión de la Junta de Vecinos principal para definir detalles sobre la semana batucana próxima a realizarse. Nosotros estamos comprometidos para participar de manera activa el día inaugural. Nos haremos cargo de la muestra de artesanos locales y de coordinar presentaciones artísticas y musicales.