BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Tesoros del Cerro Andacollo, Coquimbo - 2019 Residente: Claudia del Fierro
Publicado: 5 de febrero de 2020
Cazando sonidos y recuerdos de Maitencillo

Vamos a Maitencillo en la mañana a ver cómo podemos avanzar con el video, hemos conversado que hace falta la banda sonora, además de música, sonidos de ambientes. Hemos citado a lxs niñxs a las 11 y el día está muy soleado mientras bajamos la cuesta. Llegamos al Club Deportivo y decidimos el plan del día. Primero Agnes va a realizar una sesión de grabaciones de sonidos de la naturaleza con lxs niñxs, sonidos que luego podemos usar para el video, aprovechando los equipos que pueden aprender a usar. La grabadora digital tiene un excelente micrófono que puede captar sonidos para amplificar. Primero llega Ignacio, Carolina lo deja con nosotros y quedamos de juntarnos más tarde para conversar. Luego aparecen Mayleen, Darling y Sarahi. Nos vamos caminando hacia el almacén a ver si se nos une Abril y sus hermanos. También necesitamos comprar agua. No están lxs hermanxs porque a veces tienen que quedarse cuidando al abuelito o atender el negocio. Partimos rumbo al bosque. La sesión comienza bajo los eucaliptos y Agnes nos introduce a una sesión de escucha. Contemplamos los sonidos de la naturaleza y vamos identificando lo que más nos llaman la atención. La idea es reconocer los sonidos que nos hacen sentir que estamos en Maitencillo y no en otro lugar. El viento- dice Ignacio, las ramas de los árboles- dice Sarahi, los pajaritos… después de un rato de hablar sobre los sonidos y cómo se pueden captar, el grupo se divide en dos para salir a explorar. Ivo va a apoyar con la grabación a Darling y Sarahi, mientras que Agnes acompaña a Ignacio y Mayleen. El objetivo es cazar los sonidos que vamos encontrando, escuchar detenidamente. Nos adentramos por las quebradas, hacia donde antes estaban los pozones, para alejarnos del ruido de la carretera y buscar bichos, pájaros y otros. Hacemos sonar piedras, ramas y algunos objetos buscando también los sonidos que pueden servir para la leyenda del culebrón. Recapitulamos la actividad a la sombra y nos vamos de vuelta porque aún nos queda la segunda actividad del día.

 

Afuera de la casa de don Adrián, nos encontramos con Luis, el hermano de Carolina que nos cuenta sobre el oro de California, el chivo negro y otras historias de los duendes. Grabamos una entrevista con el equipo que rápidamente toma posición detrás de cámara. Luis está nervioso porque se va a casar este viernes y quedamos invitados a la fiesta. Sarahi nos cuenta que ha vuelto de sus vacaciones con su abuela y Luis se ofrece a ir a buscarla, porque doña Elena tiene muchas historias también. En el Club nos preparamos y se suma más gente para ver la entrevista. La señora Elena Muñoz es muy carismática y nos cuenta sobre su infancia en Maitencillo, los huertos, los árboles frutales y los animales que había cuando abundaba el agua. Nadie pasaba hambre porque todos compartían si es que faltaba algo. Ella se fue hace muchos años a vivir a la Quinta Región y nos cuenta cómo extraña vivir en Maitencillo, sobre todo extraña el paisaje y los cerros. Las niñas preguntan sobre historias de los duendes y doña Elena relata algunas anécdotas. Es una hermosa entrevista, la memoria de doña Elena nos hace volver al pasado e imaginar un Maitencillo verde y lleno de vida. Todxs escuchamos en silencio.

 

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