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Residencia: Tesoros del Cerro Andacollo, Coquimbo - 2019 Residente: Claudia del Fierro
Publicado: 30 de diciembre de 2019
Este año no hay fiesta

La fiesta Grande de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo tiene lugar entre los días 23 y 27 de diciembre todos los años; una semana entera de devoción a la Virgen que coincide con la Navidad. Esta fiesta se ha celebrado por más de cuatro siglos y es un elemento importantísimo de la identidad local. Todos los años llegan los devotos, incluyendo muchos peregrinos que caminan largas distancias para saludar a la Chinita, como le llaman cariñosamente en Andacollo. En una localidad de 10,000 habitantes, llegan más de 200,000 personas durante estas fechas, copando totalmente la capacidad de alojamiento y servicios. Pero este año las autoridades locales, en conjunto con el Cacique, la iglesia y carabineros han decidido que no hay capacidad para contener a tales cantidades de gente. Debido a las repercusiones del movimiento social, las autoridades temen que llegue gente a dañar la basílica, enorme edificación de madera construida en el siglo XIX, la cual permanecerá cerrada durante toda la semana. Este año no habrá procesión, la Virgen permanecerá guardada, el museo cerrado y se celebrará misa en la parroquia. La municipalidad tampoco entregará permisos a los comerciantes que llegan de afuera a poner sus puestos en las principales calles, pero el comercio local si permanecerá abierto para cubrir las necesidades de los visitantes. Comienza la semana muy tranquila. Hay carteles en la plaza explicando la situación. Vemos a alguna gente en la calle. A pesar del impacto económico por la baja del comercio, hablamos con algunas personas que piensan que será para mejor que no haya tanto alboroto, una fiesta más tranquila, volviendo a lo esencial que es lo espiritual.

 

El lunes en la tarde la señora Vilma nos invita a la fiesta de Navidad de la junta de vecinos del Barrio Norte.  Subimos por el zigzag de escaleras y llegamos al lugar de la fiesta. Nos ofrecemos para apoyar en lo que se necesite y ella nos abraza cariñosamente. Tomen asiento- nos entrega un vaso de cola de mono heladito y nos sentamos a conversar con algunos de los presentes.  Muchos niños y adultos, mesones llenos de pan de pascua y bebidas. El evento lo organiza la junta de vecinos en colaboración con el programa de prevención de drogas de la Muni y el programa Quiero mi Barrio. Más tarde llegan los payasos y hacen reír a chicos y grandes, se reparten los regalos a lxs niñxs y toda la vecindad comparte. El Barrio Norte es uno de los más grandes y antiguos y los vecinos son muy organizados. Más tarde se desarma el evento y bajamos la escalera zigzag con algunas sillas a cuestas para guardarlas en la sede. Quedamos en contacto con el equipo de Quiero Mi Barrio, para ir a conversar después de las fiestas y enterarnos de las actividades que están realizando.

 

Ya el lunes en la noche se ven algunos bailes chinos en la entrada de la parroquia. La misa será diariamente a las 8 pm luego de un retiro espiritual y después de la misa, entran los danzantes, turbantes y los bailes chinos, por turno a saludar a la Chinita. El Baile Chino n1 Barrera, el baile rosado, al cual pertenece don Juan León Castillo permanece en la entrada, se mueven al compás de los flautones, lentamente en un vaivén hipnótico y comienzan a avanzar.

 

A pesar de las precauciones, la gente sigue llegando durante la semana. Se sienten los tambores desde la plaza mañana y tarde, el sonido se encajona entre los cerros y todo el pueblo retumba. Al comienzo se instalan tímidamente los comerciantes, pero ya a mitad de semana hay una feria en la costanera y otros puestos en la calle Urmeneta. Los devotos de la Virgen llegan igual. No es tan masiva como otros años, pero todo Andacollo vibra con los colores y sonidos de la fiesta. Los Sioux, los Pieles Rojas, las Morenadas, los Diaguitas, incluso bailes que llegan del norte y los tradicionales bailes chinos de la región. El día 25 bajamos hasta Maitencillo en micro y nos devolvemos caminando por la ruta de los peregrinos, entre cactus y espinos, por las quebradas capeando las curvas de la carretera, subimos el cerro a pie para llegar de noche y justo a tiempo para saludar a la Virgen.

 

Esta semana no tuvimos reuniones de trabajo, pero aprovechamos de procesar los materiales grabados en las actividades anteriores y planificar lo que se viene para enero. Por las tardes fuimos a la plaza a participar de la celebración y nos quedamos sumergidos en la tradición y la fe de Andacollo.

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