Los últimos días han sido de reuniones y encuentros para hacer ajustes y concretar nuestras ideas.
El sábado nos juntamos en la plaza para elaborar el programa radial.
Mientras don Narciso nos mostraba unos audios de fragmentos posibles de incorporar, Elisabeth nos invitó a pensar en cómo incorporar a l@s más jóvenes, recordándonos que el espíritu melinkano va más allá de la realización de ciertas actividades (ello ante el llamado de los adultos por recuperarlas y conservarlas en la memoria).
¿Cuál es el espíritu Melinkano? Pregunta Carla, llegada hace unos pocos meses a la isla, y deseosa de sumarse a este proyecto, para conocer a sus vecin@s y aportar con sus ideas. Así introduce la perspectiva del afuerin@ y la necesidad de hacerl@ también parte del desarrollo de las iniciativas.
De este modo vamos debatiendo e intercambiando puntos de vista para definir qué hacer junt@s.
Durante la semana Elisabeth le explica a otr@s qué estamos haciendo, dando a conocer la residencia en la radio e invitando a nuev@s a sumarse. En alusión a los encuentros comenta: “Escuchamos puntos de vista, historias, ideas, sentimientos que tienen otros. Las actividades van bien enfocadas, ya que nos hacen tener una idea consciente de lo que queremos y nos imaginamos en nuestra isla. Y pienso yo que en un instante donde se de la posibilidad de que nos pregunten, uno ya tenerlo claro y tenerlo claro en grupo, en comunidad…”.
El intercambiar ideas junt@s a veces se vuelve más difícil, siendo complejo coincidir en días y horarios. Pero a veces nos lanzamos con reuniones más improvisadas, como el otro día en la cafetería, en que con Luz, Carla y Daniela nos sentamos a examinar el mapa de “Yo Quiero Aquí”, pensando en cómo hacerlo un juego atractivo, para que invite a otros a aportar con sus deseos para la isla. Así se nos ocurre hacer unos encuentros pilotos, que permitan trabajar sobre el borrador del mapa e ir perfeccionando la propuesta.
De a poco vamos avanzando con las distintas plataformas, con el interés de hacer de ellas espacios para la creación colectiva.
Paulina