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Residencia: Llegó de Melinka Melinka - Centro Cultural Ascención, Aysén - 2019 Residente: Paulina Martínez Marín
Publicado: 23 de febrero de 2020
Un juego de mesa para que todos digan qué es lo que quieren

Es realmente emocionante trabajar en esto. Siento que este juego que ha tomado vida entre las ideas de todas y todos es como una maqueta de lo que la misma residencia ha sido. Un sistema para jugar a proponer ideas, desde distintos puntos de vista, de lo que podría existir, un escuchar las ideas de otros y un intentar ponerse de acuerdo.

 

Jugar a imaginar puede ser muy desafiante. Este fin de semana llevamos a Repollal el juego y sus partes, que todavía son como un prototipo en proceso de definición del juego de mesa que llegará a ser. En Repollal Bajo esta vez se celebraban viernes, sábado y domingo las fiestas costumbristas a las que ya nos acostumbramos estas semanas. Comida típica, cuadros folklóricos, cumbia y latas de cerveza. Nosotros le pusimos un toque de otra dimensión con grandes y preguntones peces de colores, cuadros de zinc con pinturas de las islas y una mesa de colores con una especie de mezcla entre un rompecabezas, un ajedrez, un mapa. Algo totalmente desconocido a la vista y una invitación extraña: ¿Le gustaría jugar un juego de mesa que estamos inventando junto a otras personas en la isla? Es sobre Melinka. Evidentemente esto despertaba curiosidad, pero también sospecha. Se sentía como un desafío conseguir participación pues no éramos el típico panorama que uno espera encontrar en las fiestas costumbristas. Sin embargo no fue difícil.

 

Pusimos a prueba el juego con dos grupos de alrededor de 5 personas. Uno de adultas, jóvenes y mayores, y otro con niñas y niños. En ambos grupos principalmente mujeres. Funcionó muy bien: nos mantuvimos entretenidas y concentradas por más de 30 minutos con el primero, por más de una hora con el segundo grupo.

 

¿Qué elementos se pueden mejorar? Que el juego sepa estimular la imaginación me parece de lo más desafiante, pero creo que los dibujos de los lugares ayudarán. Las niñas fueron mucho más creativas, la mente infantil es muy libre en las ideas. Los adultos ponemos muchas condiciones, nos cuesta más transar, nos atrapa el realismo. Es muy interesante cómo el juego activa estas diferencias.

 

¿Qué cosas están funcionando? La mecánica es entretenida. Funciona muy bien el juego de roles. La señora Yasna debe pensar como pueblo originario, sólo se le ocurren rucas y nos da risa. Su amiga es la alcaldesa y todas se ríen porque no le gusta su rol. Yo soy la salmonera y no me dejan pasar ninguna idea. Además es una experiencia estética muy fascinante. A las niñas les encantaba girar las piezas y encontrar los dibujos, contemplar los animalitos de madera, escribir sus ideas en el cuaderno.

Hay que seguir poniéndolo a prueba para afinar detalles, pero el juego funciona, y funciona muy bien.

 

 

Santiago

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