BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: Llegó de Melinka Melinka - Centro Cultural Ascención, Aysén - 2019 Residente: Paulina Martínez Marín
Publicado: 10 de diciembre de 2019
Partimos pa´ Repollal

Tempranito en la mañana partimos pa´ Repollal. Ahora le toca a l@s niñ@s de la escuela de Repollal hacer preguntas a la isla y responder preguntas en el mapa.

Al furgón que nos lleva a Repollal se van subiendo niños y niñas con cara de sueño, silencios@s, que ya a mitad de camino empiezan a despertar y hacer bromas. Pasamos por fuera de la casa de una niña, “al agua pato” dicen algun@s, esta vez, ella no va a la escuela. La lluvia y canciones al estilo de Edwin nos acompañan en nuestro camino.

En la escuela, tomamos desayuno al calor de una bosca y empezamos con el juego. Algun@s comienzan a responder preguntas en el mapa de Melinka:

– “Voy a dibujar la antena de electricidad, la luz eléctrica es un invento de la isla”

– “Este soy yo con un computador debajo del agua”

Mientras que otr@s dibujan el mapa de Repollal:

– “¡Por aquí va la calle!”

– “¡No, va por acá!”

– “Aquí debería ir la iglesia”

– “Yo la quiero dibujar”

Y otr@s hacen preguntas a la isla:

– “¿Cuántos extranjeros hay en Melinka?”

– “¿Por dónde queda Chiloé?”

– “¿Quiénes pueden arreglar la cancha de Repollal?”

Llega el recreo y algun@s se ponen a cantar. Nos enteramos que en la escuela de Repollal el karaoke es parte de la cotidianidad.

Para terminar, en grupos hacen carteles con preguntas que se transforman en una protesta espontánea dentro de la escuela. Luego deciden que las expongamos en el Espacio Cultural de la isla.

Almorzamos en la escuela y de vuelta en el furgón pa’ Melinka.

Josefina

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