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Residencia: Llegó de Melinka Melinka - Centro Cultural Ascención, Aysén - 2019 Residente: Paulina Martínez Marín
Publicado: 28 de enero de 2020
“Mira, ahí está la Sasha”

“¿Y quién es ese perrito?”

 

Sentada en la Municipalidad, en sala de transmisiones de la Radio, en el Centro Cultural. Ocupando las sillas en la reunión de vecinos, para que no se viera tan vacía, ayudando a la Ema a olvidar que su casa está “a un millón de horas”, representando a Melinka en el escenario de la Peña que organizó la Muni, entre puros artistas afuerinos.

 

De pelo corto, color “café con leche”, su guata blanca y bien redonda. El vaivén de su cola larga habla de su libertad para conocer el mundo. En la isla todos la conocen, nadie sabe exactamente quién es su dueño, pero todos le dicen la Sasha.

 

“A veces se sube a la barcaza y se va pa’ Quellón. Como ya la conocen, allá la mandan de vuelta. Cuando estaba más flaquita hacía más cosas, iba para todos lados.”

 

La Mary le da comida, la Sasha se come el plato de la Linda, la Sasha toma agua en nuestra casa. La Sasha va a la plaza, a veces juega con otros perros, a veces va a su casa.

 

La Sasha pertenece a esta isla. Esta isla de perros, llamada Melinka.

 

¿Dónde más irá la Sasha? ¿Dónde irán los otros perritos?

“¿Quién se hace cargo de los perros?” “¿Por qué los perros andan en la calle?“ “Si hay tanto perro, ¿Por qué no hay veterinaria en Melinka?” La gente pregunta, y pregunta.

 

Pilar

 

 

 

 

 

 

 

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