Desde que llegamos a la isla la palabra turismo se repite.
“Es el campo laboral a explotar antes de que el recurso erizo escasee.”
“Necesitamos un puesto de artesanía en la costanera para atraer a los turistas.”
“Llegó el otro día un yate y los pasajeros no supieron a dónde ir y se fueron. Tenemos que prepararnos mejor para mostrarles la isla”.
“Resulta atractivo conocer qué piensan los de afuera.”
Además del grupo que se encuentra más interesado en promover el turismo, aparece otro preocupado por que no estén las condiciones básicas para traer a extranjeros al territorio.
“No voy a traer a mi amiga de Alemania porque la orilla huele a caca.”
“Si no solucionamos primero nuestros problemas internos no podemos traer turistas”. “Mientras haya movilizaciones que bloqueen las conexiones, los turistas no van a poder entrar ni salir.”
¿Qué se ofrece al turista? ¿Qué imagen se quiere mostrar de la isla? ¿Cuáles elementos de la cultura local quieren ser relevados? Revisar esta imagen se torna importante. El turismo implica la construcción de una narración, una puesta en escena para el mundo exterior. ¿Quiénes lo construyen? ¿Qué queda fuera? ¿Cuál es el relato que vende?
De distintas maneras y con iniciativas individuales, algun@s isleñ@s han estado ideando estrategias para promover el turismo. Salir de paseo en lancha en busca de ballenas, la realización de fiestas costumbristas, arriendo de kayaks, tinajas de agua caliente para un sector de camping.
Un joven comentó que su plan era dedicarse a realizar paseos turísticos por la isla, pero un día su lancha amaneció dado vuelta, boicoteando las posibilidades de desarrollar su proyecto. ¿Qué intereses están en juego? ¿Cuáles fuerzas se contraponen?
Preocupaciones de conservación medioambiental, extractivismo, turismo social, ganas de compartir las formas de vida con otros.
Que el afuerino denuncie lo que sucede al interior.
Aumento de la conectividad.
Ingresos económicos en períodos de escasez.
Desde mi posición de turista me siento maravillada por lo que se me presenta. Atraída por lo que me voy encontrando, me emociono en el intercambio. En la mirada a gusto de los locales cuando uno se adentra más en su isla, cuando uno la valora y se acerca a entender por un microsegundo cómo es la vida aquí.
“Graben harto Paulina para que lo den a conocer en sus páginas…”
Paulina