Hoy convocamos a reunirnos en el balneario del río junto con algunos jóvenes de la agrupación Salvemos el río Renaico a quienes conocimos durante la primera semana de nuestra residencia.
Quisimos tomar el río como punto de partida y continuidad a la experiencia anterior. El río fue el primero que se mencionó como lugar común en uno de los ejercicios. Para muchos Renaiquinos este es un lugar crucial: bordea al pueblo y el pueblo tiene una larga historia con el río en ámbitos culturales y ecológicos. El río durante los últimos años ha traído cada vez menos agua y eso es uno de los principales temas de conversación de la población.
Caminamos bordeando el río Renaico hasta donde tuvimos acceso, conversamos sobre la vida cerca de sus aguas, pasado, presente y futuros posibles. Cómo un río conecta la vida a su alrededor en un patrón mutuo de dependencia y flujo natural.
En los últimos años, el ecosistema del río se ha visto cada vez más amenazado por las fábricas y las plantaciones que eliminan desechos tóxicos y lo drenan de sus aguas. Con el tiempo, la rica cultura a lo largo del río ha sido amenazada y drenada por igual.
¿Cómo podemos trabajar para mantener y revivir tanto la vida natural como la cultural mientras enfrentamos estas amenazas en curso?
Agradecemos enormemente las reflexiones profundas y empáticas de estos jóvenes con quienes compartimos hoy.