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Residencia: Suelo común, conectando territorios Renaico - Observatorio Regional de Participación y Desarrollo Cultural de Renaico , La Araucanía - 2019 Residente: Margarita del Carmen
Publicado: 12 de diciembre de 2019
Tolpán con Ericka

Ayer decidimos tomarnos todo el día en Tolpán y visitar algunos vecinos del sector; caminar por los caminos empolvados y calurosos así como lo hacen la mayoría de los Tolpaninos que no tienen vehículo. Nosotros no tenemos ni siquiera licencia de conducir. Íbamos a subir originalmente con Don Leo y la biblio móvil, pero hoy no pudo venir. Pedir transporte a la muni era nuestro plan b, pero teníamos mas ganas de ir y usar todo el tiempo necesario en el cerro sin hacer compromisos.

 

Salimos caminando por la ruta en dirección a Renaico y llegando al cruce, comenzamos a hacer dedo. Desde ese cruce hasta Tolpán, hay unos 8 km en subida y el sol ya empezaba a quemar. Nos preocupaba guardar energías para todo el día y poder caminar en la parte alta con calma.  Al rato, nos llevó un español, un vasco que trabaja instalando eólicas en el sector, nos contó que últimamente, ya varios años de su vida, se la ha pasado viajando por toda latinoamérica plantando cemento y metal.

 

Arriba en Tolpán llegamos donde Ericka. En el encuentro de antes de ayer acordamos de pasar por su casa. Ericka tiene una casa hermosa, llena de plantas y arboles frutales. Una variedad de animales de granja enorme, de todo uno o un par. Ella es conocida en Renaico por sus mermeladas de mosqueta, café de trigo, merkén y nueces.

 

Llegamos un poco mas tarde de lo planeado, y terminamos almorzando juntas. El calor estaba bochornoso, como que quería llover pero no caía el agua. Después de almuerzo, acordamos salir a recorrer su patio y su campo, nos enseñó sus plantas y de a poquito nos fue contando sobre cómo es vivir en Tolpán, sobre como muchas veces cada uno se preocupa de lo suyo nada mas. Sobre la geografía del lugar y la falta de transporte público que hace impacto en casi todo. Tomamos jugo de arándanos frescos para despertarnos un poco del calor. Conversamos también sobre la situación del país, sobre política, sobre la injusticia, sobre Santiago donde algunos familiares viven.  Al rato nos despedimos, el tiempo se fue volando, pasamos casi todo el día donde Ericka. Continuamos nuestro camino…

 

Desde arriba se ven las eólicas, el río Vergara, el valle, a nuestras espaldas la montaña se extiende hacia la cordillera de Nahuelbuta, y entre los eucaliptos y pinos solo a orilla de camino se ven las matitas de boldo y maqui, pioneros del bosque nativo intentando sobrevivir, empolvadas por el camino.

 

Descendimos contentos, imaginando las muchas cosas que nuestro proyecto podría generar. Algunas ideas cinematográficas, música, vestuario, luz y otras ideas de construcción. En casa tenemos un cuadernito amarillo con todos estos apuntes de ideas.

 

Caminar, conversar y pasar casi todo el día en Tolpán nos hizo sumergirnos con calma y entendimiento a esa realidad que buscábamos conocer, a través del paisaje que se enreda con las personas.

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