Hoy participamos de una actividad organizada por el Prodesal de Renaico para los campesinos, usuarios y pequeños productores de la zona. Vino un grupo grande de mujeres y hombres de las muchas localidades rurales que Renaico compone: San Gabriel, Tolpán, Roblería, Venecia, El Labrador, Manzanares, Huelehueico, Tolpán entre otras.
Marcelo, quien es nuestro vecino y jefe de Prodesal, a quien conocí en mi terreno en Septiembre y quien me presentó las diferentes realidades rurales de Renaico, nos invitó con insistencia a participar de esta jornada, a escuchar y aportar ideas. Marcelo tiene muchos sueños con Renaico y ve que en nuestro trabajo hay potencial y que este puede llegar a ser un buen aporte a la comunidad.
En el encuentro, conversamos a modo de lluvia de ideas sobre diferentes problemáticas que enfrentan los campesinos y tratamos de descifrar las causas y efectos de estos problemas en conjunto, generando una especie de mapa que llamaron árbol de problemas, con sus causas, efectos y posibles vías de resolución.
Fue un excelente día; escuchar las voces de diferentes localidades de la comuna, que de forma entramada y muy participativa, contaban sobre las problemáticas y desafíos de su realidad como campesinos y productores.
Todas las conversaciones, en los dos grupos de trabajo que formamos, nos llevaron a 3 puntos convergentes que se repetían con reiteración: los recursos naturales, el individualismo y la pobreza. Tres temas que ya hemos ido tocando durante nuestras actividades y conversaciones con la comunidad, tres que van muy ligadas, la una encadena a la otra de forma circular. Los problemas que dejan son profundos y muchas veces doloroso, pero las respuestas y soluciones son varias, arduas eso si, caminos que solo se pueden hacer con compañerismo y cuidado. Muchos apuntaron a la asociatividad, al cooperativismo, a la minga que se perdió. Por lo menos hay ganas de cambiar las cosas, desde abajo y desde adentro del corazón. Ahora queda lo más extenso, el camino a trabajar en unión, saboteando la mezquinidad, el individualismo. Creemos que Prodesal escuchó esas voces. Ahora hay que trabajar para apoyarlas y darles vuelo.