Temprano por la mañana salimos a investigar sobre la historia de la fiesta Renaiquina que se dejó de hacer en el pueblo. Nos intriga saber cómo eran, cuándo se celebraban, por qué se dejó de hacer, por qué las poblaciones, los vecinos dejaron esa costumbre.
Atravesando la ruta que tomamos todos los días hacia el pueblo, le fuimos preguntando a los vecinos que ya conocíamos si nos podrían contar de sus recuerdos. Recibimos diversos relatos, la mayoría plagados de nostalgia; que era algo muy bonito que se hacía, que el tren, que las tortilleras, que las reinas y la competencias, que las alianzas y los carros alegóricos. Que eso ya no se hace más, que la gente ahora va cada uno para su lado.
En la compañía de bomberos, nos encontramos con los Avila, padre e hijo, ambos bomberos, los dos muy interesados en la historia local. El padre, Patricio – muy sabiondo de la historia de Renaico – nos adentró en las fiestas de la primavera y la Renaiquina, aclarando a demás que lo de los botes alegóricos se había hecho un par de veces y no era una tradición, como las reinas, las competencias y los carros alegóricos. Nos contó sobre los grandes artistas que venían antiguamente al pueblo, la triatlón por la que Renaico era conocida en el país, por la abundancia que el río traía antiguamente y la cultura que congregaba.
En el Observatorio tuvimos la oportunidad de ver una parte del material fotográfico que justamente hoy se estaba catalogando y ordenando. Ahí pudimos ver algunas fotos de diferentes fiestas Renaiquinas, algunos modelos de carros alegóricos tirados por tractor, reinas, cortejos y competencias que datan algunas desde los años 40 hasta principios del 2000.
Patricio nos puso en contactó con Mirta, quien también es una persona muy conocedora de la historia local. Ella antiguamente trabajó en el departamento de cultura de la municipalidad e investigó con cámara en mano y puño y letra, la historia local desde sus inicios. Esa misma tarde fuimos a su casa y nos mostró sus escritos anillados y algunas fotografías. Nos contó que lamentablemente todos sus videos se perdieron. En su trabajo, estableció incluso contacto con parientes del primer latifundista del terreno que hoy comprende Renaico. Su investigación también tomó en cuenta las tradiciones Tolpaninas a través de actividades sociales en el sector. La tarde se hizo noche y nos invitó a tomar once. Fue muy bonito compartir entre mujeres, sin duda se repetirá.
Esa misma noche tomamos la decisión de no cambiar rumbo y continuar a paso seguro con el proyecto que ya llevamos encaminado y dejar como tarea para futuro la retoma de esa perdida tradición carnavalesca, como algo que el pueblo de Renaico reviva con sus propias manos. Sin duda será un proyecto bonito con potenciales de unión y reconciliación.
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