Cuando llegamos a Portezuelo para el reconocimiento del territorio, nos quedamos por una semana, muchas personas nos comentaron que se aproximaba la fiesta del vino en la comuna, 22, 23 y 24 de Noviembre, en ese momento, pensamos que para aquella fecha ya estaríamos instalados…Y aquí estamos, llegando a portezuelo el día domingo 24 de noviembre, para vivir la residencia algunos meses, si bien nuestra llegada se retrasó por la contingencia del País, tuvimos la fortuna de participar unas horas de la fiesta tradicional en la comuna.
Llegamos, descargamos algunas maletas y muebles al ritmo de la música que se escuchaba desde el alto, imaginarnos disfrutar de una rica empanada nos impulsaba a descargar con más rapidez para partir a la fiesta.
Llegamos al alto, a uno de sus costados de la media luna se visualizaba un gran número de gente en línea bordeando un cierre de madera de varios metros de largo, cuando nos acercamos nos percatamos que estaban todos expectantes porque en los próximos minutos comenzaría una carrera de caballos que tradicionalmente se realiza todos los años en esta fiesta en memoria a uno de los jinetes más conocidos en el pueblo. De pronto suena la partida, y en segundos salen los jinetes sobre los veloces caballos, el visita toma ventaja, poco a poco la cara de los apostadores locales comienza a caer, gana el visitante.
Vamos por las empanadas , y tenemos para regodearnos, hay muchos puestos de cocinería, compramos y comenzamos el recorrido por los stand de vinos, muchos expositores de viñas locales y otros invitados de otros lugares, lo cual favorece un intercambio de experiencias y saberes. Los artesanos de la zona también tienen su espacio para exponer y vender sus producciones, reconocemos algunas caras que conocimos durante nuestra primera venida al pueblo. De pronto nuestro recorrido llega al escenario, plataforma donde van rotando grupos folclóricos de la zona y bandas de cumbia.
Disfrutamos de la fiesta por unas horas y luego partimos a instalarnos en nuestra nueva casa.