“De lo que fue un azar voy a sacar otra cosa. Voy a sacar de él una duración, una obstinación, un compromiso, una fidelidad. Entonces, «fidelidad» es una palabra que empleo aquí en mi jerga filosófica hurtándola de su contexto habitual. Significa justamente el pasaje de un encuentro azaroso a una construcción tan sólida como si hubiese sido necesaria”
BYUNG-CHUL,H. La Salvación De Lo Bello
Llegamos con nuestras bicicletas y nuestro mapa a la siguiente casa, esta seleccionada por el mismísimo azar. Días previos, dimos con el nombre y el contacto de la habitante de dicha casa, Daniela. Cuento corto, ya no vive allí, se encuentra alojando en la casa de su abuela. Tocamos timbre y nos atendió Teresa, la abuela de la familia, persona clave para hablar de la población 26 pues fue una de las primeras que llego a tomar un terreno allí.
Los primeros minutos del encuentro son algo tensos pues tocamos timbre y contamos que llegamos allí por que alguien arrojo una piedra en un mapa, además comentamos: “nos gustaría conversar con vos y que nos muestres tu archivo de fotos”. Rara la dinámica pues no es muy común que un desconocido llegue con esas intenciones. La realidad es que pasado unos minutos las conversaciones se vuelven amenas. A todos nos gusta recordar viejas épocas, que nos pregunten sobre nosotros, que nos den la posibilidad de recordar y de hacer un balance de nuestras vidas para rememorar cómo hemos llegado a donde estamos hoy. De un momento al otro Teresa nos muestra su closet para que veamos los vestidos que usa cuando baila Cueca.
La historia de teresa es de aquellas que a fuerza de trabajo y sacrificio logro llevar adelante una familia partiendo de cero. Llego de El Salado con sus dos hijos y unas medias aguas en un camión, “me fui por que allí no había trabajo para la mujer”. Luego de una larga conversación le preguntamos a teresa que seria aquello que le gustaría que se recuerde de la población26, no dudo un segundo en responder: “quisiera que se recuerde a Periquillo”.
Periquillo es un personaje reconocido de la zona por que encontró un oasis en lo que era un basural dentro de lo que ahora es la población 26 de Octubre. A partir de este descubrimiento monto una chacra donde pudo cultivar y vender vegetales como betarraga, acelga, lechuga, rabanito entre otros. Pero no es por esta historia que a Teresa le interesa recordarlo, sino como ella dice con sus propias palabras: “por su calidad de vecino”. Periquillo fue la primera persona con la que ella se cruzo al bajar del camión hace ya más de 45 años. El dialogo con este hombre desconocido fue inmediato.
P– Esta recién llegada?
Y_ Si, pero no tengo nadie que me ayude a montar mi casa.
Según cuenta Teresa, Periquillo mando a sus 14 hijos a levantar su casa. Desde ese momento teresa comenzó a trabajar en la chacra y de esa forma pudo alimentar a sus hijos.
Salvando las distancias, el mismo azar que nos reúne hoy con Teresa es el mismo que muchos años antes la reunió con Periquillo, este personaje que con un gesto de empatía vecinal le dio a Teresa, una madre soltera con dos hijos, la oportunidad de cambiar su vida y de instalarse en Chañaral como lugar permanente. A partir de esta historia de colaboración vecinal, Teresa nos dio la idea de visitar a otras personas que también llevan muchos años instaladas en la población, para que nos relaten como se ha ido construyendo el barrio a partir dinámicas colaborativas vecinales.
Próximas actividades que se desprenden de esta, junto con visitar la siguiente casa que fue seleccionada por teresa al arrojar una bola navideña en el mapa son:
Visitar a la familia de Periquillo
Recopilar historias narradas por los pobladores más antiguos de la 26 de octubre.