Seguimos conociendo a habitantes de la 26 de Octubre a partir de el azar de arrojar un objeto al mapa, en este caso llegamos a Doris. Quedamos con varias semanas de anticipación para el encuentro por que, como todos en Chañaral, en esta época se escapan cada vez que pueden a la playa. Recordemos, la costa de Chañaral esta contaminada y no es posible su uso.
Doris nos relató sus idas y vueltas a Chañaral, aclaro desde el comienzo que nunca le gusto esta ciudad y remarco el hecho de sentir, en la 26 de Octubre, un ambiente de amabilidad vecinal y solidaridad. Mientras conversábamos, Doris nos mostraba su archivo fotográfico, estaban sus nietos dando vuelta por allí, le contamos que estamos pensando actividades para los niños de la 26 por que realmente son los más motivados y les propusimos invitarlos a participar.
No hay forma de evitar hablar de la contaminación, Doris nos contó que todos sus nietos tienen problemas de alergias respiratorias o alimenticias, ella hace un link directo con la polución de la playa. Nos dijo que sus nietos casi no salen, que no podrían participar de las actividades que hagamos. “Que pasa si salen con mascaras” pensamos, las tres nos reímos de lo triste de la situación.
A raíz de este encuentro nos quedamos pensando en lo vulnerable que son los niños que viven en Chañaral, nacen y crecen en un entorno que esta entregado a una problemática ambiental que ya esta trayendo consecuencias en la salud, y que además no parece haber solución para ello, o si la hay, los habitantes de esta ciudad se han cansado de buscarla.
Decidimos entonces hacer alguna actividad entretenida con los niños, un encuentro que nos permita abordar el tema ambiental con ellos y que sea de impacto también para los adultos.
Se nos ocurrió trabajar con mascaras.