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Residencia: CH-60, las napas subterráneas y el metalero Panquehue, Valparaíso - 2019 Residente: Josefa Micaela Ruiz Caballero
Publicado: 25 de enero de 2020
Nadie lo sabe

 El encuentro creativo para el diseño del libro, empezó a la hora en la sala cultural. Hubo algunos vecinos que llamaron y se excusaron de no poder venir. Descanso, misas, visitas familiares e inesperadas, trabajo, fueron algunos motivos.

 

Héctor llegó con toda su familia. Y después tenía que ir a enseñarle a bailar cueca a uno que no sabía. Se quedó hasta el final con su compañera María. Víctor Hugo, Marcia, Rosalba  y Pilar, la diseñadora, también presentes.

 

Desde la intervención en la feria de La Pirca el pasado 21 de diciembre, había empezado el proceso de hacer un libro juntos. Un registro del proceso creativo durante la residencia: la construcción de la obra de teatro, los diferentes encuentros e intervenciones de la pandilla en Villa El Bosque. Una especie de libro útil de Panquehue, con anécdotas, relatos, recetas de cocina, dibujos de las niñas y niños, ilustraciones. Algunos decidieron escribir,  otros prefirieron hablar, conversar.

 

Marcia, nos cuenta que nadie de la población donde vive sabe que hace dos años escribe cuentos infantiles. Y se le ocurrió escribir la Leyenda de Iktan, una ficción de los inicios ancestrales de la comuna. Víctor  Hugo propone una especie de bipolaridad de contenido, donde de una página a la otra, no haya lógica de lectura, sino volver loco el libro. Además de calar algunas páginas. Pide que le demos 24 horas para volverse bipolar y escribir el texto.

 

María nos comenta del sufrimiento de su vida. Aparecen lágrimas y escuchamos atentamente. Nos sugiere que como portada del libro, una fotografía de unos silos antiguos, al lado de una casa, muy vieja, por allá por el Palomar. Que vayamos con una cámara.

 

Rosalba, propone que aparezcan en el libro imágenes de cada sector. Y que nos traerá una foto muy antigua de la iglesia de Viña Errázuriz. Héctor nos habla de una foto aérea para la portada, que un primo o un hijo tiene un dron. Víctor  Hugo me dice, que sí subo al cerro de atrás, que arriba debe haber suficiente oxígeno, podría sacar tremendas fotos, con muchos detalles de la comuna. Y los comenta uno a uno.

 

Surge espontáneamente el nombre del libro, Somos pangue, a todos les gusta y aprobamos sin dar tantas vueltas, que este podría ser el nombre de nuestro libro.

 

Pilar, la diseñadora muestra varios formatos y diseños del libro. Y nos sentamos frente la maqueta construida hasta ahora, con algunos de los materiales aportados, y fotografías del proceso de residencia.

 

Aparecen ideas de cómo preparar el lanzamiento y Héctor y María anuncian que ya tienen que irse a la fiesta familiar.

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