BitácoraResidencias de arte colaborativo

Residencia: CH-60, las napas subterráneas y el metalero Panquehue, Valparaíso - 2019 Residente: Josefa Micaela Ruiz Caballero
Publicado: 10 de diciembre de 2019
Panquehue se desconoce a sí mismo

Primer acto

Escrituras

Revisamos un calendario de trabajo, comentamos las ideas de montaje que cada cual tiene, y leímos los textos que habían escrito, de a poco se comienza a armar una historia a través de testimonios de cada uno: puntos en común, distancias, llegar a Panquehue, vivir en Panquehue, la fuerza del paisaje, la invasión del monocultivo, el agua, la tetera, las muertes. Mientras más cercano a lo personal logramos llegar, más universal es la historia que nos proponemos contar. Víctor Hugo dice: Panquehue se desconoce a sí mismo.

 

Segundo acto

Peces fosforescentes

La segunda parte la empezamos a las ocho pm. Y lo hicimos con un ejercicio de historia sensorial individual. Donde a partir de un texto, que voy leyendo en voz alta, más o menos así:

“…no es una playa, sino el mar en su profundidad…deseo arrojarme al agua…me tiro y siento como voy hundiéndome en el agua…abro los ojos y siento a mi alrededor peces fosforescentes…puedo comunicarme con ellos…me conducen a unos arrecifes de coral…”

Es un fragmento. Y sigue.

Cada uno que escucha muy atentamente, debe observar que sensaciones le provoca. Estar atento a su respuesta sensorial.

Trato de hacer las pausas, entre frases, para permitir conectarse. El silencio sucede a intervalos. Estamos 7 sentados en un círculo. Hasta que llega el fin del relato.

Francisco quiere hablar y lo hace con recuerdos de su infancia, de un jardín, de aromas, de un camino.

Javier habla del escozor que le produjo…

Para Víctor Hugo, todo era blanco….

A Elizabeth no le gustó el viaje.

El ejercicio estremeció las memorias y los corazones. Un poquito.

Después continuamos con Historia sensorial colectiva, Recuerdo de Música y terminamos, con una caminata en círculo, muy atentos al cuerpo, al tiempo suave de los pasos, a un cocuyo que caminaba entre nosotros y a un perro convaleciente, que arropado y en el piso, intentaba el movimiento. Daniela la doctora veterinaria y vecina, lo cuida e intenta que se restablezca.

Fue un encuentro sensorial y físico. Cada vez nos soltamos más hacia dentro y hacia fuera.

Cerramos la unión comunal, a las 9: 45 pm.

 

 

 

« Ir a residencia