Hoy la poderosa infancia estaba especialmente energética, mucho movimiento y volumen alto. Les propusimos el primer ejercicio en torno a vela prendida sobre un aguayo, fue difícil mantener la atención. Las preguntas planteadas fueron ¿Qué es lo que más te gusta de Panquehue? ¿Qué es lo que menos te gusta de vivir aquí?
Entre lo que más les gustaba se repetía los cerros y el río, el paisaje es apreciado. Al final del día retomamos esta conversación y Emily nos comentaba que no le gustaba lo estrecho de las calles de Villa El Bosque, que se deberían hacer de nuevo y ampliar los espacios. Esta observación desde la niñez nos hace pensar en los espacios púbicos y privados del habitar ¿por qué se construyen espacios tan estrechos en las poblaciones de nuestro país? ¿para quién se diseña? ¿porqué las decisiones no tienen que ver con la calidad de vida?
Los ejercicios plásticos que realizamos fueron en dos soportes: calcomanías y grandes pliegos de papel blanco. En las calcomanías dibujaron animales locales y en las grandes hojas, realizamos siluetas de los niñ@s, para luego ir pintando, agregando color y expresión a dichos contornos.
Conversando surgió otra vez la idea del mural, un niño que venía por primera a vez a la pandilla, sugirió la misma pared que ya habían comentado otros en encuentros anteriores. Por lo que ahora debemos hacer la gestión oficial para poder pintar aquella pared.
Hasta el próximo jueves.